sábado, 20 de febrero de 2010

Diner en Barcelona



En Cardiff, Swansea, Dublín y Londres había ido a restaurantes de los años 50, conocidos popularmente como Diners, pero no había descubierto el que tenemos en Barcelona desde hace unos meses. El otro día quedamos a comer y la excusa fue perfecta para ir a comer unas hamburguesas en uno de los bancos acolchados de eskai rojo a lo american movie. Yo me apunté al menú de hamburguesas porque tenían una vegetariana en la carta. Para acompañar nada mejor que un batido de fresa con su guinda incluida encima de una cúpula de nata. La comida no era nada del otro mundo, patatas congeladas etc, pero el local estaba genial. Aunque me han comentado que suena bastante rock clásico en las noches, durante nuestra comida escuchamos una interesante variedad de britpop, desde Pulp hasta Gene, ni que decir que con la selección musical se ganaron nuestros corazoncitos. Si quieres ir se llama Big J's Burger y está en el Carrer del Carme 74. Solamente hice un par de fotos y están en la cámara, que ahora mismo no tengo aquí, así que ilustro el post con ayuda de Google. Si alguien conoce otro diner por la ciudad condal que esté escondido en algún callejón que lo diga.

viernes, 19 de febrero de 2010

Pastelitos japoneses


Hace tanto que no escribo que tengo temas para varios posts. Eso es bueno, así que no voy a alargar este demasiado, a ver si me obligo a poner otro mañana para contar más cositas. Hace unos días fui con mis amigas Irene y Celia a tomar un té casi nocturno a Ochiai. Tenía muchas ganas de ir porque había visto fotos de sus pastelitos y no me pude resistir. Decidirme por una única cosa fue complicado pero al final opté por un misumanju de grosella y un té de menta. Los que no sepáis que es un misumanju, es eso rosadito que se ve en la foto. La única pena es que el local es pequeñito pero dan ganas de ir cada semana a probar cosas. Compré un paquetito de pasteles para que mi madre los probase y también se ha enamorado de la repostería japonesa. En la web podéis ver todos los dulces que tienen. Si os apetece ir a catarlos, la parada de metro que más cerca queda es Urgell, pero casi se puede ir paseando desde cualquier lugar del centro.