Esto que se puede ver sobre estas líneas es el resultado de no llevar un pastel rápido a la mesa de la cumpleañera en verano, el calor y el fuego de las velas no son buena combinación. La cera se fundió casi del todo y hubo que dedicar un rato a eliminar los restos. Sandra y yo nos encargamos del pastel aunque la cantidad de fallos técnicos fue aplastante, empezando por la dream cream aquella que compre en el supermercado británico y que nunca llegó a espesar. Nos quedamos con un vaso de crema líquida como leche sin saber que hacer para cubrir el pastel... Aunque parece que la cera nos ayudó bastante con ese tema. A Gemma le hizo la misma ilusión que si hubiera sido el mejor pastel del mundo y eso es lo que cuenta.
Hoy he ido con Eva a desayunar y al mercadillo de Horta y no estaba, es el segundo mes que no lo hacen. El anterior por lluvia y este me temo porque hayan empezado ya las vacaciones. Esta semana tengo un plan bastante intensivo de turismo urbano en Barcelona, ya iré poniendo fotos.
No sé si en vuestro caso habría funcionado, pero nosotros para espesar cosas al fuego que no espesaban ni a la de tres hemos puesto un poco de harina o de maizena y ha funcionado.
ResponderEliminarLa cera en los pasteles es un clásico ;)
Le echamos maizena pero no conseguimos nada, llegamos a echar tanta que hasta se notaba el sabor y la crema seguía líquida :(
ResponderEliminarHaha sí! Aunque nunca se nos había desparramado tanto, sería el calor y el largo paseo del pastel encendido!
Estoy ansiosa por ver las muestras fotográficas de esas jornadas de turismo intensivo. ¡Siempre me pones los dientes largos!
ResponderEliminarEn breve verás las fotos, estoy preparando la entrada Gema! Nos hemos pasado el día de turisteo y comiendo, vamos que comer comer no hemos comido, hemos pasado el día a base de picar dulces, té y café por todas las cafeterías que encontrábamos :D
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