Hace tanto que no escribo que tengo temas para varios posts. Eso es bueno, así que no voy a alargar este demasiado, a ver si me obligo a poner otro mañana para contar más cositas. Hace unos días fui con mis amigas Irene y Celia a tomar un té casi nocturno a Ochiai. Tenía muchas ganas de ir porque había visto fotos de sus pastelitos y no me pude resistir. Decidirme por una única cosa fue complicado pero al final opté por un misumanju de grosella y un té de menta. Los que no sepáis que es un misumanju, es eso rosadito que se ve en la foto. La única pena es que el local es pequeñito pero dan ganas de ir cada semana a probar cosas. Compré un paquetito de pasteles para que mi madre los probase y también se ha enamorado de la repostería japonesa. En la web podéis ver todos los dulces que tienen. Si os apetece ir a catarlos, la parada de metro que más cerca queda es Urgell, pero casi se puede ir paseando desde cualquier lugar del centro.
Después de siglos queriendo ir, al final en septiembre del año pasado me pasé por Ochiai... y me llevé una enorme decepción. Había leído maravillas y no sé si es que fui en mal día o qué, pero tenían dos cosas y media japonesas y bastante más bollería española típica. De las dos cosas y media japonesas ninguna me tentó lo suficiente, así que salí igual que entré.
ResponderEliminarQué mala suerte. Lo que sí me fije yo es que durante el rato que estuvimos allí se fueron agotando muchas cosas. No dejaba de entrar gente a comprar para llevar. También, nos dimos cuenta más tarde ya sentadas, que al lado de la primera mesa hay una nevera con más cosas todas japonesas, pero al entrar no se ve. Deberían ponerla más a la vista. A ver si tienes más suerte la próxima vez, por lo menos que puedas probar algo. Si no siempre puedes comprarte un croissant, creo que ganaron el premio a los mejores de Barcelona!
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